En el 2010 el verano se hizo esperar más de lo normal. Sin embargo, hace semanas ya se hizo presente y las altas temperaturas comenzaron a sentirse. Como consecuencia de este cambio, las personas se ven obligadas a modificar su forma de vestir para adecuarse al clima de la época.
La principal modificación que se observa en las calles es en los trajes que usan los transeúntes que dejan de ser de lana para ser de lino. Pero también se percibe una alteración en los zapatos.
Si el atuendo seleccionado es de traje no es sencillo ni tampoco ventajoso, prescindir de unos oxford negros. Debido a ésto, el calzado de verano será más importante y a la vez tendrá su máximo esplendor cuando se vista de forma casual.
En Italia, las personas tienen la posibilidad del acceso a una gran cantidad de calzados distintos que se adecuan a la estación del año en la cual se vive. Sin embargo, en España eso no sucede. Los náuticos, que pueden ser de distintos colores como blanco, marrones, azul o rojo, son el estilo clásico que demarca que el verano ha llegado para instalarse en la sociedad.
Por otra parte, si lo que se busca es un calzado con más estilo y más acorde a la actualidad se deberá dejar este tradicional para los campus universitarios americanos y examinar en los muestrarios de los principales diseñadores italianos.
Hay muchas alternativas diferentes. Una de ellas son los mocasines de la casa italiana Tods que fueron los encargados de modificar el concepto que hay instalado. El triunfo de este nuevo calzado sirvió para que otras marcas también intenten imponerse en la moda elegante del mercado europeo.
Los denominados loafers son los ideales para poder acompañar a un conjunto de chaqueta y pantalón y estar arreglado de una manera muy fina. Este tipo de zapatos contienen una suela de cueros y están cocidos por una costura prusiana.