Muchas veces los hombres no prestan atención al cinturón, sólo observan uno que coincida con sus gustos personales en alguna tienda y lo compran. Siempre y cuando el costo no sea elevado, claro está. Pese a que se le reste importancia, todos lo tienen y lo pueden llegar a considerar como una prenda obligatoria. Sin embargo, el uso de este objeto de la manera adecuada puede causar una muy buena impresión si se lo combina de la manera correcta en una vestimenta formal.
En el momento de la elección se empieza a complicar el panorama para muchos varones. La variedad es inmensa, hay de todos los estilos. Existen con hebillas grandes y pequeñas, algunos están grabados, otros contienen piedras preciosas o semipreciosas, hay también de piel fina o ancha. Todos ellos sirven y se pueden utilizar perfectamente si se combina de la manera más acertada, ya que pueden ser para vestir formal o informal.
Algunas de las recomendaciones que brindan los expertos en esta temática son que hay que fijarse muy bien en la calidad de la piel en caso de comprar un modelo así; el cinturón de tres centímetros de ancho siempre es de tamaño apropiado; si se requiere algo netamente formal lo más conveniente son los de costura más reducidas y perfectamente alineadas.