Las gorras blancas como complemento masculino
Las gorras son un complemento que siempre ha destacado entre los hombres. Muchas son las necesidades que cubren estos accesorios para nuestra cabeza: protegernos de quemaduras solares, de la luz directa del Sol a nuestros ojos o incluso para ocultar nuestro pelo los días en que está más rebelde de lo normal o no nos apetece peinarnos.
Las gorras blancas son las más aconsejables para cualquier look. Debido a lo básicas que son, no supondrán un exceso combinándolo con cualquier prenda que queramos llevar. Su color, el blanco, puede encontrarse en cualquiera de sus tonalidades: crudo, hueso, marfil, etc. que no importará, cuadrarán bien siempre.
Algo que tenemos que tener muy presente es la forma de la gorra. No todas las gorras le quedan bien a todo el mundo. Unas tienen la visera más grande o más redondeada. Otras, por el contrario, tienes viseras pequeñas y pueden ser rectas. Debemos dar con la que le vaya bien a la forma de nuestra cabeza y nuestra cara.
La forma de llevarla más correcta es con la visera hacia delante, no hacia atrás. También deberemos ajustarla a nuestra cabeza pero sin excedernos, para que no parezca que la llevamos a presión. No importa si la llevamos un poco levantada de delante y que asome un poco del flequillo de nuestra melena, quedará original y más informal.
Las gorras blancas podemos usarlas vayamos donde vayamos, aunque en lugares cerrados no está bien visto dejarse gorras ni sombreros puestos, es de mala educación. Pero si vamos a tomarnos algo a una terraza por ejemplo, podremos dejárnosla puesta sin problema. Eso sí, usar las gorras a diario no es bueno porque el pelo no transpira y puede acabar trayendo problemas capilares a la larga. Las gorras, como todo, en su justa medida.