El hábito de morderse las uñas

El hábito de morderse las uñas

La onicofagia es el hábito de morderse las uñas y puede presentarse en cualquier persona, hombre o mujer, y a cualquier edad.

Muchos son los factores que llevan a una persona a sufrir este mal hábito: el estrés, los nervios o el aburrimiento son algunos de los más usuales y aunque parezca una bobería, este hábito es muy difícil de controlar y más aún de erradicar.

Con el hábito de morderse las uñas también se daña la cutícula, que es la encargada de proteger la uña y a la piel de infecciones y golpes. Las personas que sufren onicofagia pueden sufrir mayor continuidad de infecciones e incluso, debido a que el acto de morderse la uñas será uniforme, nunca nos morderemos las uñas de la misma forma ni en proporción, podemos acabar haciendo que se entierre o pasarnos e incluso hacernos alguna herida sangrante.

Este hábito se produce básicamente porque se han asociado ciertos comportamientos y/o emociones a morderse las uñas. Por ejemplo, cuando vemos la televisión estamos acostumbrados a mordernos las uñas o cuando nos dicen algo que nos preocupa también lo hacemos.

Dejar de morderse las uñas

Lo primero que se debe hacer para dejar de morderse las uñas es descubrir cuales son las situaciones o factores en las que lo hacemos. Una vez asumidos estos factores se debe buscar la forma de competir  contra ello. Si nos mordemos las uñas cuando estamos aburridos, tratar de utilizar las manos en algo que no permita que nos las mordamos.

Hay productos en el mercado que se utilizan para dejar de morderse las uñas. En las farmacias venden unos botes, parecidos a los de pintar las uñas, que se aplican en la uña con un pincel y le dan un sabor amargo para que nuestro cerebro asocie el mordernos las uñas con la amargura, y así dejar de hacerlo.

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